La voz que nadie escucha
¿Y si las mujeres privadas de libertad pudieran sustituir sus condenas por experiencias culturales?: Es la pregunta que se hacen desde La Voz que nadie escucha:
“La voz que nadie escucha” es un proyecto de mediación cultural y transformación jurídica centrado en un colectivo invisible. Alternativas culturales a la privación de libertad. Un experimento piloto de dos años. Feminista, seguro. Ambicioso, sin duda. Utópico, quizás. Pero hemos venido a soñar.
Creemos en el poder de la cultura (en todas sus formas) para escapar del bucle de delincuencia y el castigo. La mayoría de las mujeres que entran en prisión vienen de otras prisiones: la pobreza, el maltrato, la droga, la calle, la violencia, el engaño, el encubrimiento, la desigualdad, la incultura.
Contamos con el apoyo de Instituciones Penitenciarias, la colaboración de diferentes instituciones y la fuerza de un grupo jurídico de expertas preparadas para elaborar un informe sobre la situación de las mujeres en las prisiones y un Programa Marco sobre cómo llevar este sueño a cabo. Si eres periodista, jueza o juez, jurista, magistrada, o simplemente estás a favor de este experimento, esperamos contar también con el tuyo.
“La voz que nadie escucha” es un proyecto de Fundación Gabeiras y teta & teta en colaboración con Fundación Orcam, Pedagogías Invisibles y la Comunidad de Madrid e Instituciones Penitenciarias. Apoyado por Fundación Daniel y Nina Carasso y el Ministerio de Cultura.
Cristina Rodríguez Yagüe, Profesora Titular de la Universidad de Castilla-La Mancha y Esther Pascual Rodríguez, Profesora de la Universidad Francisco Vitoria, han unido fuerzas para convertir en realidad esta idea.
Más información en info@lavozquenadieescucha.org.
Recordamos aquí a las mujeres de Yeserías “Teatro Yeses”, que ya aparecieron en Cultopias hace tiempo, donde ya declaraban sus intenciones y que a buen seguro “La Voz que nadie escucha” les habrá de interesar mutuamente:
Teatro YESES nace en la antigua cárcel de mujeres de Madrid: Yeserías en 1985 (de ahí le viene su nombre); pasando luego a la prisión de Carabanchel Mujeres y en la actualidad, con ubicación en el en el Centro Penitenciario de Madrid I Mujeres en Alcalá de Henares.
Desde el primer momento quisieron hacer algo más que un mero taller carcelario. Se trataba de inaugurar una experiencia nueva que tuviese continuidad y coherencia en sus planteamientos, que debían de ser lo más parecido posible a los habituales del mundo libre. A partir de entonces se han desarrollado alrededor de 40 montajes teatrales, cuya complejidad técnica y artística ha ido en aumento paulatinamente.